“Siento picor y escozor en la zona”, “noto el pecho inflamado”, “me duelen los senos tras la cirugía”… ¿Son estos síntomas normales? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que nos realizan las pacientes tras una mamoplastia de aumento. A pesar de que el aumento de pecho sigue siendo una de las operaciones de cirugía estética más demandadas, parece que es necesaria mucha más información sobre cuáles son los síntomas, sensaciones más comunes y los procesos normales que puede experimentar nuestro cuerpo tras esta intervención.

Al igual que en la mayoría de operaciones quirúrgicas, después de someternos a un aumento de pecho nuestro cuerpo puede responder con una serie de síntomas propios del proceso postoperatorio.

Estos síntomas suelen ser habituales y frecuentes, aunque no siempre ocurren ni todas las pacientes los conocen, por lo que pueden generar intranquilidad. Dichos síntomas varían dependiendo de varios factores, como el tamaño del implante o su colocación.

Hay que tener en cuenta que el postoperatorio durará entre dos y tres semanas hasta que la persona pueda volver a su vida cotidiana. Pero esto no significa que en ese plazo se pasen todos los síntomas.

La idea de este post es que conozcas cuáles son los síntomas habituales tras un aumento de pecho, para que no tengas preocupaciones innecesarias y puedas identificar y distinguir estos signos en caso de padecerlos.

Síntomas tras un aumento de pecho

Dolor. Después de someternos a una cirugía mamaria es lógico que duela, y aún más al mover los brazos. Aunque este dolor puede variar según la magnitud del implante o la colocación del mismo, o incluso en función del tipo de piel de cada persona, tomando como ejemplo su elasticidad. Dicha molestia aparecerá normalmente en la zona esternal y lateral de nuestro cuerpo, e irá cediendo con el paso de los días.

Enfisema subcutáneo. Normalmente aparece por la entrada de aire durante la cirugía, produciendo una crepitación bajo la piel, que suele preocupar a las pacientes. Es un síntoma normal y mitigará espontáneamente sin necesidad de cuidados adicionales.

Inflamación. Es normal que los tejidos se inflamen por la retención de líquidos tras la intervención. Suelen presentarse en zonas como el escote o el polo superior de la mama. El abdomen y los brazos son zonas que fácilmente se pueden inflamar debido a la inmovilidad de la zona.

Muchas pacientes suelen tener la sensación de colocación alta del implante al inicio. Este síntoma es debido a la inflamación. Los primeros días de postoperatorio no será posible distinguir el aspecto real de las mamas por la hinchazón que se genera. Pero, mientras avanza la recuperación, mejorarán tanto la apariencia como los resultados.

Contractura muscular. A veces aparecen contracciones en el músculo pectoral debido a que ha sido desinsertado para alojar la prótesis mamaria. Esta contractura suele desaparecer en unas semanas y ocasionalmente, si desplaza el implante superiormente, necesitaremos ayuda con masajes para su recolocación.

Aplanamiento en la zona inferior y abultamiento en el área superior. Este síntoma puede aparecer en aquellas pacientes con pieles que tienen poca elasticidad o en las mamas tuberosas, debido a que el polo inferior de la mama afecta a la piel torácica menos extensible. Poco a poco y de forma progresiva la piel se adaptará a su nueva posición y se irá corrigiendo.

Hematomas. Es normail que aparezcan moratones especialmente en la zona esternal e inferolateral. Irán desapareciendo poco a poco solos o con cremas que ayuden a su eliminación.

Sensación de frío o calor. Debido a los cambios temporales de la sensibilidad es posible que se sienta sensación de frío o calor en la piel del pecho, siendo un síntoma muy frecuente.

Falta de sensibilidad. Tras una cirugía es normal tener alteraciones sensitivas. En este caso, la piel de la mama que ha sido estirada al colocar el implante puede anestesiarse parcialmente y de forma temporal, en especial en la zona inferior. No obstante, la areola y el pezón pueden experimentar calambres, pinchazos y otros síntomas comúnmente relacionados con la hipersensibilidad, mientras se recuperan los nervios de la zona.

Dureza. Debido a la inflamación ocasionada por el aumento de mama, los tejidos también pueden presentarse engrosados, y por tanto, los percibiremos al tacto con más dureza. Asimismo, en ese mismo espacio habrá un implante, que en ocasiones es de gran volumen y estira la zona dándole más firmeza.

Cicatrización. Toda intervención quirúrgica conlleva un proceso de cicatrización, que en ocasiones pueden producir molestias.

Sensación de líquido. Es habitual que durante la recuperación de una intervención de aumento de mamas se tenga la sensación de líquido en torno al implante. Esto puede suceder por la acumulación de líquido linfático o sangre después de la cirugía, o incluso por inflamación de los tejidos. Es recomendable estar en reposo y esperar, ya que con el tiempo este tejido cicatrizará formando la cápsula periprotésica que hará que el líquido existente se reabsorba.

Es importante que tengamos en cuenta que las mamas no son exactamente iguales y por ende, los síntomas de recuperación de una operación tampoco lo serán. De esta forma, es habitual que una mama pueda doler más que la otra; o que experimentemos mayor sensibilidad en un lado que otro. Podemos llegar a tener, incluso, un pecho más inflamado. Este síntoma irá desapareciendo poco a poco.

Estos son los síntomas más frecuentes que presentan las pacientes después de un aumento de pecho. ¿Sigues teniendo dudas o preguntas sobre el tema? ¿Notas otro signo tras la cirugía y te preocupa? Ponte en contacto con nosotros y la Dra Marta Payá te ayudará a resolver tus dudas.